VIOLENCIA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN


El estado actual de la discusión sobre el enfoque y tendencias de los medios de comunicación acerca de la inseguridad en Venezuela y sus principales causas, tanto en prensa escrita como en medios audiovisuales gira por un lado, en torno a los siguientes aspectos: las carencias sociales; la frustración y la agresión consecuencia de la disminución acelerada por efecto inflacionario de los recursos y bienes económicos que afecta a los sectores de bajo ingresos monetarios y, a la impunidad sobre los delitos individuales causada, tal vez, por de la burocracia administrativa dentro de los sectores judiciales; en otro extremo, autores e investigadores sociales concuerdan en señalar la necesidad de examinar la violencia, más allá de los actos en sí mismos, puesto que se debe incorporar el análisis del contexto espacio-temporales en el que suceden, es decir, las condiciones sociales que las envuelven o las situaciones en las que estos actos tienen lugar, sugerencias que no están exentas de objeciones, pues no siempre esas circunstancias son el detonante coyuntural de la violencia (Briceño-León & Zubillaga, 2001; Sanjuán, S/F; Rey, 2004).

Las modalidades de prensa escrita de Venezuela se diversifican, según la periodicidad de su publicación, en diaria, semanal o mensual; estas publicaciones se ocupan de diversos temas (económicos, deportes, ciudad, espectáculos, sucesos, farándula, etc.) enfocados de manera general o desde una perspectiva determinada, es decir, de quien la escribe o la edita. Las particularidades de cada publicación, van a determinar el estilo de la presentación de las noticias. Dentro de las modalidades de los medios de comunicación social que pretende cubrir la demanda de información noticiosa, la prensa escrita de diaria publicación, denominada comúnmente a nivel de mercado “periódico” ha sido desde 1950, la de mayor alcance y consumo a nivel nacional, inclusive a pesar del crecimiento acelerado de los llamados medios audiovisuales de comunicación masiva (radio, televisión, telefonía inalámbrica e internet).

Existe aquí, la percepción generalizada de que el aumento de la delincuencia y actos violentos en los estratos poblacionales de los colectivos urbanos ha generado condiciones de inseguridad ciudadana muy elevadas, al punto de condicionar la vida cotidiana de los habitantes de grandes y medianas concentraciones urbanas de países como Venezuela, quienes han debido modificar sus hábitos de comportamiento, de movilización, razonamiento y actuación cotidiana, con consecuencias evidentes en la forma de vivir y de apropiarse de la ciudad como espacio y contexto de calidad de vida, generándose un marco exponencial tanto a nivel individual, grupal y nacional como emergencia y problema del país. Este marco de la expresión y sentir de la ciudadanía encuentra como soporte un notable crecimiento de la violencia individual y colectiva de criminalidad y delincuencia local y nacional en los grandes centro poblados, según lo reflejado por los medios de comunicación en base a los indicadores claves y básicos sobre este fenómeno: los robos generalizados (atracos, hurto a viviendas, automóviles, etc.), lesiones físicas y morales (extorsión), homicidios y el delito de moda, el secuestro express.

La respuesta tradicional del venezolano ante el significativo crecimiento de los niveles de violencia refiere la poca intervención de los entes gubernamentales competentes sobre el tema judicial, puesto que han visto poco impacto en la prevención de sucesos violentos, tanto públicos como domésticos. Igualmente pone en evidencia la preocupación, intervención y focalización de los recursos (humanos y materiales) en la preservación, protección y procura de seguridad ciudadana, quedando los sectores más deprimidos económicamente, más vulnerables a la violencia letal y víctimas de delitos contra las personas, desprotegidos.

II.- LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LAS NOTICIAS DE SUCESOS
Paralelo a la alarmante situación de violencia del país, está el escenario que muestran los medios de comunicación bajo diferentes formatos, especialmente los medios escritos. Usualmente, es costumbre escuchar o leer la expresión “manipulación mediática”, conferida por un bando político u económico a otro, en virtud de su supuesta manipulación y/o interferencia sobre los medios noticiosos venezolanos, lo que a muchos hace pensar si esta “alarmante situación de violencia” es en realidad una invención mediática o una realidad inequívoca.

Los medios de comunicación impresa (1) en Venezuela ―muchos de los cuales tienen más de un siglo de circulación nacional, con un desarrollo paralelo a los inicios de la industria petrolera ― mantienen, cada uno de ellos, una visión matizada ideológicamente en particular de lo que acontece en el país. La prensa escrita venezolana fue, en sus inicios , un elemento que reflejaba el pensamiento político de la clase/grupo económico dominante del momento histórico, caracterizado por la lucha independentista (2). (Ávila, 1947). Tras su surgimiento en Caracas de la imprenta, se fue dispersando el pensamiento e información escrita para colectivos por el territorio nacional a partir de 1.811, cuando en Cumaná se imprime El “Venezolano” y después, en Ciudad Bolívar el Correo del Orinoco en 1.818; Maracaibo con el Correo Nacional en febrero de 1.822; en Puerto Cabello en 1.825. Así, las referencias bibliográficas indican que fue entre 1.830 a 1.848 cuando se produjo el despegue de la prensa en Venezuela. A partir de 1870, comienza a salir la Opinión Nacional que se le podría señalar cómo fue el comienzo de modernización del periodismo escrito en utilizar la prensa a vapor, además de monotipos para serlo visualmente atractivo (Ávila, 1947; Díaz Rangel, 2007; Botía, 2007)

Es a partir de finales del siglo XIX cuando se inicia el apogeo de la prensa escrita y periódica en Venezuela, tal y como la conocemos ahora a inicios del siglo XXI, tiempos durante los cuales surgen muchos periódicos y desaparecen muchos otros. Comienza a darse la censura gubernamental a los medios escritos y luego, durante el periodo de auge democrático comienza a desarrollarse el periodismo como una profesión estable ya que se tecnifica y moderniza la imprenta, inclusive a partir de la década de los 50’s, la prensa nacional se convierte en una gran medio empresarial de presión en lo económico, circunstancia que lleva a muchos empresarios a adquirir imprentas y publicar periódicos, dando paso a otra forma de expresión mediática como lo es, la publicidad en prensa, aspecto que influye a que la prensa escrita pase a ser un medio de comunicación muy popular (Díaz Rangel, 2007; Botía, 2007)

III.- CARACAS, COMO CONTEXTO DE LA NOTICIA DE SUCESOS
Si bien, uno de los mayores males de las grandes ciudades contemporáneas es la violencia urbana, que condiciona el derecho a la vida y la integridad de las personas a merced del homicidio y las lesiones personales, entre muchas otras, en Caracas estos escenarios no son diferentes. La visión que tenemos hoy en día de Caracas, varía según las diferentes formas en que ésta ha sido y sigue, siendo representada.

Al ser capital político-administrativa de la nación, Caracas concentra la mayoría de las actividades económicas derivadas de las funciones básicas de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a los que se añaden otras importantes actividades (educacionales, bancarias, comerciales, industriales) y todo tipo de servicios. Como territorio, comprende una superficie de 2.050 km. que incluye, el municipio Libertador, la parroquia El Junko del estado Vargas y los municipios de Baruta, Chacao, El Hatillo, Los Salías y Sucre, del estado Miranda. Todos ellos conforman el Área Metropolitana de Caracas, cuya población ha fluctuado de 2.784.042.000 habitantes para el año 1990 hasta aproximadamente 3.180.000 habitantes, para el año 2001 (INE, 2001).

La violencia real de la ciudad ha requerido del uso de imágenes comunicacionales o mediáticas que responden, en muchos casos, a las formas como la ciudad ha sido simbolizada y entendida durante años, es decir, la dimensión de los procesos históricos que le dieron origen, así como los procesos culturales urbanos (desiguales e inéditos) como la conformación de territorios populares contemporáneos (barrios), la composición y recomposición de identidades o la asunción de nuevos símbolos de pertenencia (gremios socio-culturales) dentro del constructo sociocultural que impone la comunidad urbana y que refleja particularidades socioculturales acordes al espacio urbano o periurbano donde ocurren. Su desarrollo como capital y fuente de servicios, la han conducido paradójicamente a su desestructuración física y social, dando paso a un proceso de deterioro creciente de las condiciones de vida urbanas, y de la necesaria “informalización” de las actividades económicas (economía informal-buhonería, entre otras) como estrategias de subsistencia, resultado de la urgencia social en que vive una mayoría de los habitantes caraqueños. Estos modos de vida de carácter “informal” y la auto-construcción de actividades delictivas, se han convertido en espacios donde la violencia se hecho cada vez más inevitable (pero no justificable) como modo de sobrevivencia (Pedrazzini & Sánchez, 1990; Hernández, 1994; Gómez, 2007).

Ahora bien, si el tema de la violencia se ha hecho ineludible para el caraqueño y está presente en su discurso cotidiano, también se ha ido estableciendo en su inconsciente colectivo. El temor generado por la violencia se ha construido a partir de un comportamiento vivencial (la cotidianidad del hecho delictivo) y otro, comunicacional(mediático)(3). Estos componentes tienen que, necesariamente, ser vistos y analizados desde una perspectiva amplia, más allá de la que exhiben los medios impresos de comunicación, quienes se aseguran a través de sus crónicas, un alto nivel de importancia política, valor periodístico (investigador-reportero) y un nada despreciable porcentaje económico (Briceño-León & Zubillaga, 200; Samet, 2008).

Hoy, los medios de comunicación son el escenario público para dirimir los problemas del país. La manera como son expuestos los testimonios que dan soporte a estos problemas, facilita en primer lugar que los lectores se impacten con el mensaje expuesto, de tal manera que quieran conocerlo de inmediato y en segundo lugar, que se identifiquen con lo allí expuesto. Datos y estadísticas sobre las agresiones, el tipo de delito, los lugares donde ocurren y el padecimiento e impotencia sufrido por los familiares de las víctimas, son emitidos a través de los medios que dan cuenta de lo persuasivo que pueden ser a la hora de construir la “mass mediación” en torno a la violencia.

El periodismo en Venezuela ha visto como esta construcción massmediática le otorga protagonismo, particularidad que altera de forma sustancial, su papel como mediadores entre la información y la sociedad dando paso a la adjudicación de un nuevo rol, el político (Barabino, 2003; Samet, 2008).-

(1)Único medio con que cuenta el ciudadano común para verificar y obtener este tipo de cifras.
(2)Su origen se remonta a 1806, con la llegada de la prensa al país a manos de Francisco de Miranda. Ya para 1808, circula en Caracas el primer número de la Gaceta de Caracas.
(3)La población normalmente se entera de las situaciones vinculadas con hechos de violencia a través de la crónica sobre suceso, expuesta diariamente en los medios de comunicación.


S.G.R. 2009

Comentarios

virgilio ha dicho que…
felicitaciones...excelente post....es una área muy interesante de trabajar en este mundo cada vez mas "plano y delgado" en que se ha convertido el habitat humano del Planeta Tierra....
Alejandro Álvarez Iragorry ha dicho que…
Silvia, resulta para mi fascinante descubrir esta faceta tuya tan profunda y compleja. Bravo

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